Pía Weber: Protegiendo los ríos del mundo desde Australia a Futaleufú
Desde las aulas de
Derecho en la PUCV hasta la conservación de aguas en rincones remotos de Chile,
la historia de Pía Weber es una travesía entre lo jurídico y lo ambiental,
entre lo académico y lo territorial. Hoy, vive en Futaleufú y lidera una
organización internacional por la protección del agua dulce.
Pía Weber ingresó
el año 2004 a estudiar Derecho en la Pontificia Universidad Católica de
Valparaíso (PUCV), una decisión influida por su vocación de servicio, que se
profundizó durante su formación en la escuela. ?La formación en derecho público
de la PUCV ha sido fundamental para mi carrera. Las herramientas que adquirí
ahí las he aplicado en cada lugar donde he trabajado?, afirma. Recuerda con
especial cariño a los profesores Jorge Bermúdez, Eduardo Aldunate, Eduardo
Cordero y Osvaldo Urrutia, quienes la eligieron para una pasantía en derecho
público. Además, participó en el Centro de Derecho del Mar, lo que la llevó a
asistir a conferencias en Australia y a representar a la universidad en
seminarios.
Su proceso de
titulación fue más largo de lo usual, pues estuvo involucrada en voluntariados
y colaboraciones con el profesor Bermúdez, al mismo tiempo que cursaba diplomados
en Derecho Administrativo y Derecho Ambiental en la misma universidad.
En 2013, con el
título en mano, inició su carrera profesional en la Secretaría General de la
Presidencia del Gobierno. ?Fue entretenido porque fue el primer portal para ver
la parte legislativa desde adentro?, recuerda. En ese entorno, asistía a
reuniones bilaterales con el Presidente y conoció de cerca cómo opera el Poder
Ejecutivo. Sin embargo, su corazón siempre estuvo en lo ambiental.
Con una beca, se
fue a Alemania a un curso intensivo en Düsseldorf. Más tarde, viajó a Australia
para realizar un magíster en Derecho en la Universidad de Melbourne. ?Fue una
experiencia muy transformadora, partir desde cero, mirar todo desde afuera?,
cuenta. En paralelo, se involucró en múltiples voluntariados ambientales y
participó en el programa Young Water Professional, que la llevó a
recorrer y aprender en distintos rincones del mundo, como Japón. Fue entonces
cuando se encaminó decididamente al derecho ambiental, enfocándose en derechos
del agua y conservación.
Desde Australia
asistió a conferencias internacionales, ampliando su visión sobre los sistemas
de protección de ríos en el mundo. En 2019 regresó a Chile y trabajó en el
Servicio de Evaluación Ambiental, experiencia que terminó siendo reveladora:
?Me frustraba cómo se movían las cosas en lo público; todo muy lento,
supeditado a procesos, muy mecánico y nada creativo. Me di cuenta que eso no
era lo que quería?.
De esa frustración
nació Fundación Ngenko, donde Pía hoy es directora ejecutiva. Ngen
significa espíritu protector en mapudungun, y ko es agua. ?Siempre me
llamó la atención esta idea de relacionarse con la naturaleza. El agua no es un
recurso, es algo con lo que debemos integrarnos?, señala.
La iniciativa
comenzó como una cuenta de Instagram y evolucionó hasta convertirse en una
organización con proyectos estructurados y en funcionamiento. Desde Futaleufú,
donde vive actualmente, Pía investiga temas de ríos y lidera estudios para
comprender la conservación hídrica tanto en Chile como en el mundo.
Su trabajo la llevó
a ganar una mentoría de Water International y, más adelante, a
desarrollar junto a su fundación el libro ?Ríos libres en Chile?,
centrado en participación ciudadana.
Luego se trasladó
al Alto Biobío, zona mapuche profundamente impactada por tres represas
gigantes. Vivió allí durante tres años, inmersa en el territorio, cuando fue
seleccionada para liderar el área de conservación de aguas dulces en Chile de
la organización internacional The Pew Charitable Trust. ?Mi trabajo se
ha enfocado en hacer realidad lo que muchas veces queda en la teoría?, explica.
Desde ahí, impulsó
la creación de la Coalición de Ríos Protegidos, agrupación que reúne
organizaciones y laboratorios dedicados a la conservación de ecosistemas de
agua dulce en el país. Su enfoque actual combina lo jurídico con lo
territorial. ?El desafío ahora es integrar lo que sé como abogada con entender
en la realidad cuando la gente tiene problemas como el consumo de agua en zonas
rurales. Quiero ser un actor que venga a apoyar esos procesos y construir
narrativas, más que crear nuevos?.
Pía no se conforma
con la teoría: ?No podemos hacer conservación sin estar en el río?. Desde
Futaleufú, practica kayak, hace trekking y vive los cambios que afectan directamente
al entorno. ?Cuando cierran un acceso al río, el impacto es directo porque
vives ahí. La conexión es mucho más cercana y, como abogada, te da una visión
mucho más real de lo que está pasando. Estando en el centro del país no se vive
así?, reflexiona.
Recientemente, fue
invitada a exponer como experta en ríos en la Comisión de Medio Ambiente del
Congreso y representó a Chile en la COP16, donde presentó los esfuerzos
colaborativos en conservación de agua dulce. ?Lo bonito del proceso es entender
que mi carrera de abogada es una más de las muchas herramientas en este camino,
pero no me define. Incluso a veces aprendo más de la gente, que ellos de mí?,
afirma con humildad.
Convencida de que
el Derecho abre puertas a múltiples caminos, Pía invita a las nuevas
generaciones a atreverse: ?Deben comprender que la carrera brinda un universo
de oportunidades y no tener miedo de salirse de esos caminos tradicionales. Ahí
viene ese real crecimiento, entre lo real y lo personal. Es un desafío, algunos
te lo van a cuestionar, pero eso es lo maravilloso del proceso?.
Y concluye:
?Debemos ver la carrera como una herramienta y no como una forma de
encasillarse. En mi caso fue el río, pero hay muchas otras áreas donde se puede
hacer un aporte significativo?.
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